El caballo árabe es una raza originaria de Oriente Medio, y una de las variedades más fácilmente reconocibles en el mundo por una serie de características distintivas, tales como velocidad y resistencia, fuerte estructura ósea, refinamiento, naturaleza noble, aptitudes de rápido aprendizaje y la tendencia a relacionarse cooperativamente con el ser humano.
El caballo árabe ha sido selectivamente criado durante más de mil años, tiempo superior a cualquier otra raza, no faltando quien afirma que ha corrido en estado salvaje durante milenios.
El palomino es aquel caballo que presenta en su capa un color dorado con la crin y la cola blancas. Puede ser de diferentes razas, siempre y cuando sea pura: cuarto de milla, árabe, morgan, etcétera.
El palomino ha sido el caballo elegido de los antiguos emperadores, reyes y reinas, adorado en la mitología griega y el preferido para ser estrella de la pantalla grande y la televisión.
Actualmente el palomino se cría sobre todo en Norteamérica, donde existe la Palomino Horse Breeder of Amercia, Inc., cuyo objetivo es registrar a estos caballos y mejorar su crianza.
El caballo lipizano es inteligente y acepta especialmente bien el entrenamiento.
Su porte es orgulloso , y su conformación musculosa, con aires potentes y elásticos.
La conformación compacta y armonioso del lipizano lo hace equilibrado, y tiene una capacidad de reunión natural, ideal para los ejercicios de alta escuela. Es posible que los lipizanos carezcan de los aires espectaculares de algunos caballos de sangre templada, pero ejecutan con perfección los movimientos mas avanzados del adiestramiento.
Los potros nacen negros o castaños oscuros, pero casi todos se aclaran con la edad, volviéndose casi blancos (aunque técnicamente se llaman tordos ya que la piel es oscura).
El pasado invierno, una cuadra alemana propiedad de Paul Schoeckemoehle se gastaba 10 millones de euros en el considerado mejor caballo del mundo en Doma Clásica. Totilas, que así se llama el animal, se convirtió en ese momento en un fenómeno mediático en el país germano. Nunca antes se había pagado tanto por un semental.
La expectación ha regresado esta semana ante el inminente debut del caballo y de su nuevo jinete, el alemán Mathias Rath, en el torneo internacional de Múnich.
Los expertos consideran que Totilas es actualmente el mejor caballo del mundo. A su indudable porte y belleza une un talento demoledor en la doma, corroborado con tres medallas de oro en los Juegos Ecuestres de Lexington 2010.
Justo tras esos Juegos el caballo fue vendido a Schoeckemoehle por la increíble cantidad de 10 millones de euros, una cifra desconocida hasta entonces.
Este caballo holandés es hijo de otro afamado purasangre llamado Gribaldi, y desde su estreno en la competición ha logrado varios récords de puntuación que le han convertido incluso en portada de varis publicaciones alemanas.
Ahora, tras superar una úlcera en una de sus patas, Totilas está dispuesto a su rentreé. Mathias Rath, su nuevo jinete, asume la expectación, pero asegura confiar ciegamente en su caballo: “Tiene mucha personalidad y genera una confianza extrema, nunca había visto un semental como éste”.
Hablamos de la raza Akhal Teké que viene a ser una de las más antiguas sin lugar a dudas. Y para corroborar su antigüedad, os comentamos que Akhal Teké es una de las especies creadoras del caballo árabe, ya que sus registros datan del año 500 ac.
En cuanto a su aspecto físico, el Akhal Teké presenta una altura de la cruz de 145 a 155 centímetros y presenta tres capas principales siendo alazán, leonado y tordo. Además, suele tener reflejos dorados metálicos.
Por otra parte, el caballo tiene cabeza pequeña, lomo largo, cuerpo plano, y patas largas. Es obstinado, y difícil de manejar. Se le emplea para monta, y competición. El Akhal Teké es una raza de desierto y necesitan cubiertas pesadas para proteger su piel fina del sol en el desierto y de las noches crudas.
El caballo Frisón es la única raza autóctona de Holanda. Concretamente de la provincia de Friesland, en el norte del país.
Según los historiadores, hay pruebas de su existencia que datan del año 500 A.C., son ejemplares descendientes directos del Equus Robustus.
Se han encontrado mármoles esculpidos que fechan del año 150 D.C, los cuales reflejan que los caballos Frisones fueron utilizados por los soldados para el combate.
Toda la historia del frisón está reflejada a través de cuadros, esculturas y grabados, pero el primer escrito donde se refleja el caballo Frisón data del siglo XV.
Durante la Guerra de Flandes, la guerra más larga ocurrida en los Países Bajos, la cual enfrentó a las Diecisiete Provincias contra su soberano, el rey de España, se introdujo a los Frisones sangre de caballos árabes y sobre todo de caballos Españoles. A lo largo del siglo XVII era frecuente ver los caballos Frisones junto a otras Razas en las grandes escuelas de doma.
A finales del siglo XVIII, empiezan a desaparecer los grandes feudos y con ello el caballo Frisón, el cual pasa a criarse solo en su tierra natal. En esa Época pasa a desempeñar labores de caballo de carreras, enganchados en carruajes de dos ruedas parecidos a los actuales.
– La uniformidad del color de capa ha hecho popular al frisón para el enganche en muchos países, ya que resulta muy fácil amparejarlos en troncos y cuartas. Además, los frisones presentan la alzada adecuada para el enganche de competición moderno ya que, al no ser demasiado grandes, se les puede manejar muy fácilmente en los obstáculos. Otro rasgo distintivo de la raza es un trote rápido y elevado. Estos animales se caracterizan por flexionar mucho las articulaciones; se usaron para las carreras de Trotones antes del desarrollo y la cría selectiva de otras razas como el Trotón Francés y el standardbred americano.